Situaciones corrientes de tiempo meteorológico en el Mediterráneo convertidas en histeria climatista
La inundación de la ciudad de Derna en Libia generada por la misma perturbación de latitudes medias que afectó unos días antes a Grecia, han levantado las esperadas declaraciones alarmistas con la pretensión de crear confusión emergencionista en la opinión pública. No sólo se habla de eventos históricos, en pleno setiembre en el Mediterráneo, sino que se sugiere, o directamente se afirma, la presencia de nada menos que huracanes en nuestras latitudes que tenderán además a ser frecuentes. Nada más lejos de la realidad.
Como se ve en Google, Derna está en la desembocadura de un Wadi o torrente, rodeado de alturas (que he remarcado con su altitud) que favorecen en otoño, como ocurre en España, la presencia de precipitaciones muy eficientes debidas a la presencia de inestabilidad en altura. Nada que ver con las perturbaciones tropicales.
También se pretende engañar a la opinión pública con el término "CICLÓN". En general el término significa lo contrario de anticiclón, es decir sinónimo de borrasca. Pero los equivalentes a huracanes en el Índico y Pacífico sur son llamados ciclones. Usar el término ciclón para una borrasca en el Mediterráneo solo puede tener el objetivo de confundir.
Un ciclón tropical es un sistema de nubes y tormentas organizado y rotante que se forma sobre aguas tropicales o subtropicales y que tiene una circulación cerrada en niveles bajos. Se clasifica según la velocidad de los vientos sostenidos, en orden creciente, en Depresión tropical, tempestad tropical y Huracán. En este último caso la velocidad sostenida de viento debe ser de 119 km/hora. Las rachas huracanadas pueden estar asociadas a una tormenta en nuestras latitudes pero no implican la presencia de un fenómeno tropical.
En el gráfico de la NOAA se pueden seguir las trayectorias de todos las perturbaciones tropicales en el Atlántico. Suelen rodear el área anticiclónica del hemisferio norte, acercándose muy debilitadas a Europa.
El contenido de calor en el océano es la energía absorbida y almacenada por los océanos. El agua del océano absorbe la energía solar mucho más eficientemente que los gases atmosféricos. Esa energía alimenta a los huracanes.
Se necesitan temperaturas cálidas de la superficie del mar para que se formen e intensifique los ciclones tropicales. Como convención son válidas temperaturas entre 26 y 27ºC. No obstante no es lo mismo el perfil de temperatura en mares tropicales que en los de latitudes medias por lo que uno de los factores que influyen en su desarrollo es el contenido de calor a cierta profundidad, condición ya propia de las zonas tropicales. Esto es debido a que el propio paso de una perturbación de este tipo tiene un efecto enfriador de la superficie marina, razón que las hace debilitarse muy rápidamente. La diferencia en el corte en profundidad de la energía almacenada en el mar se ve en el siguiente gráfico:
Excelente explicación en estos tiempos en lo que todo es alarmismo y exageración.
ResponderEliminarGracias por la destreza, por así decirlo, con que lo explicas, destapando, además, la histeria y manipulación que hay detrás de tantas informaciones sobre este y otros eventos meteorológicos conocidos.
ResponderEliminarGracias por la información.
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