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domingo, 9 de febrero de 2025

SOBRE LA CRECIENTE MASA DE HIELO CONTINENTAL ANTÁRTICO

 El hielo continental antártico se acumula más rápidamente desde comienzos del siglo XIX



El continente antártico, abarcando todas las altas latitudes que rodean al Polo Sur, tiene una extensión de 14 millones de kilómetros cuadrados, como unas 28 veces España. El 98% está cubierto de hielo que se forma por acumulación, sin apenas deshielo salvo en sus bordes y en la Península Antártica, con un espesor medio de 1,9 kilómetros. 

Teniendo en cuenta que la temperatura media de la Antártida es de unos -20ºC (-50 en su interior y -10 en sus litorales), aunque se produjera un aumento significativo de las temperaturas no tendría consecuencias dramáticas. Además cada aumento de un grado supone un aumento de las precipitaciones en forma de nieve por lo que siempre ha habido mucho debate sobre si un calentamiento global provocaría un aumento o disminución de la masa de hielo allí.



En abril del año pasado se publicó un artículo que aborda el problema. Ya se habían  hecho anteriormente estudios de núcleos de hielo antárticos. En este caso se realiza uno nuevo en la estación Vostok, de gerencia rusa, para analizar la variabilidad del balance de masa en los pasados 2200 años. 

Recent increase in the surface mass balance in central East Antarctica is unprecedented for the last 2000 years. Alexey Ekaykin et al, 2025.

https://www.nature.com/articles/s43247-024-01355-1

Se ha encontrado un incremento del 24% del ritmo de acumulación de nieve desde el comienzo del siglo XIX, que se reafirma con los datos recogidos ya por los instrumentos de los últimos 52 años. Esta última no tiene precedente en la era preindustrial (2,25 gr/cm2año). Cada grado que sube la temperatura equivale a un incremento del 11% de masa de nieve.

Los datos conocidos, hasta la publicación de este estudio en la Antártida centro oriental, sugerían que la nieve acumulada decreció desde el años 1000 hasta el principio del siglo XIX. Está basado en 3 puntos: Droning Maud Land (DML), el Polo Sur y el domo Fuji. Los dos últimos cubren los últimos 2000 años mientras el primero se hasta los últimos 740 año.

Hay que recalcar que este se produce desde el comienzo del XIX, es decir, mucho antes de cualquier influencia antropogénica por incremento del CO2 como una reacción a la temperatura creciente. Esta conclusión está basada en una compilación de 175 muestras de hielo y nieve compactada pero están distribuídas de forma irregular: la mayoría en la DML, algunas en la costa de Antártida Oriental y solo unas pocas en la vasta zona de meseta de la Antártida Oriental.



El estudio con nuevas series que cubren los últimos 2 milenios de la Antártida Oriental se combinan con los datos instrumentales de los últimos 52 años para: confirmar el incremento de los últimos 200 años en la Antártida central, examinar si los presentes valores exceden los límites preindustriales e investigar la sensibilidad con respecto a la temperatura.

 Los datos de la variablidad temporal del balance de masa de superficie durante los últimos 2200 años en la Antártida Central (Vostok) confirma la tendencia típica para toda la Antártida: fue estable o ligeramente decreciente hasta el comienzo del siglo XIX seguido por un agudo incremento en la acumulación de nieve durante los últimos 200 años. El incremento está relacionado con el calentamiento cerca de la superficie, aumentando un 11% por cada grado. En el resto de los estudios hechos en esa zona se producen valores parecidos por lo que se puede decir que es valido para toda la meseta de la Antártida Oriental.

En la figura de abajo cabe destacar la línea azul pálida del estudio, con incrementos claros a fines del siglo XIII y a principios del XIX. La azul oscura está basado en observaciones directas de las últimas décadas. En los estudios anteriores del Polo Sur y Domo Fuji también se pueden deducir el óptimo cálido romano y el medieval, aunque todas estas conclusiones siempre estarán sujetas a discusión. 


En cualquier caso la Antártida es un quebradero de cabeza para los afectos al calentamiento global ya que los datos que se pueden conocer contradicen en gran medida cualquier efecto sobre el continente helado irremisiblemente. En un artículo anterior ya comenté que en los últimos años (2010-2021) la misión CryoSat-2 detectaba un ligero aumento del espesor medio de hielo.

https://meteorologosenlaniebla.blogspot.com/2023/06/mas-hielo-en-la-antartida.html

 

martes, 28 de enero de 2025

OBSERVATORIOS METEOROLÓGICOS CHAPUCEROS (2): VALENCIA

 Este observatorio arrastra todos los defectos históricos típicos de los observatorios de serie larga de capitales provinciales


Aunque se presume de tener datos desde 1869, el comienzo de la serie continua según AEMET se sitúa en 1937, suficiente para una fuerte impronta del crecimiento urbano, con fuerte densidad de edificios como se observa por satélite. El día 27 de enero último batió su récord de temperatura máxima, con 26,9ºC. El anterior era muy reciente, del 2018, con 26,6ºC.


Dentro de la ciudad, pero en zona más moderna y más cerca del mar, donde se localiza la Universidad, hay otro observatorio oficial: Valencia (UPV). La prueba más evidente de la existencia de la influencia de la isla urbana o de una localización inadecuada, consisten en ver que ese mismo día hubo una máxima en ese observatorio de 25,5ºC, una diferencia de 1,4ºC. Por cierto un valor (desprovisto de centésimas por supuesto) parecido a la del supuesto recalentamiento mundial. También cabe suponer que la cercanía al mar favoreciera la entrada de una brisa marina más fresca.





Pasando ya al observatorio de Valencia, se sitúa, alejado del mar, en una zona fuera del antiguo casco urbano, pero rodeado en cualquier caso por fuerte trama urbana que con toda seguridad no era tal en 1937. La afectación de las temperaturas extremas al alza es una consecuencia elemental de esa situación. 





La localización del jardín meteorológico, aunque cercano a un parque, esta influenciado claramente por gran cantidad de superficies artificiales como edificios, carreteras y superficies asfaltadas en general, a unos 10 metros de los sensores de temperatura, incumpliendo los estándares admitidos por la Organización Meteorológica Mundial. Si a eso unimos los posibles abrigos, diferentes a las antiguas y robustas garitas Stevenson, y los sensores de mucha menor inercia, la difícil comparación entre medidas después de un siglo resulta en discrepancias equivalentes a "un cambio climático".




domingo, 19 de enero de 2025

OBSERVATORIOS METEOROLÓGICOS CHAPUCEROS (1): MOGÁN

 Los récords de temperaturas oficiales suelen estar asociados a localizaciones e/o instalaciones e/o instrumentos inadecuados

Comienzo la serie con el novedoso récord de mínima nacional de diciembre. Qué sea en Canarias es lógico, pero lo sorprendente es que la diferencia con el anterior es de casi 2ºC, lo que induce a pensar inevitablemente en el "cambio climático". Es de 25,9ºC en el puerto de Mogán, isla de Gran Canaria. El anterior era de 24ºC, Tacorón, en la isla de Hierro.



He utilizado la geolocalización de AEMET del observatorio que lo sitúa en el extremo de un malecón. 
La localización suele ser aproximada, con unos metros de diferencia y dado que zenitalmente no se puede ampliar mejor voy a hacer uso de google earth street view.

En el extremo del muelle señalado no hay ningún signo de observatorio de ningún tipo:


En el edificio cercano se sitúa un edificio oficial, las oficinas del Puerto de Mogán, y, sorprendentemente, en su techo se divisa, además de algunas antenas de comunicaciones, lo que parece ser un observatorio meteorológico. Su situación contradice cualquier normativa de la Organización Meteorológica Mundial sobre las condiciones imprescindibles para que sea aceptada una observación meteorológica: situado en una azotea a muchos metros del suelo, sobre una superficie artificial y un entorno también de mera construcción. El resultado final es de unas anomalías artificiales de calor generado por esas superficies y especialmente afectando a las temperaturas mínimas.







sábado, 11 de enero de 2025

CHIRINGUITOS CLIMÁTICOS (1)

 ¿Qué tiene que ver el cambio climático con la investigación sobre el cáncer? La creativa progre no para

El Centro Nacional de Investigación del Cáncer (CNIO) sustenta un "proyecto" llamado CNIO-Arte, que no parece tener nada que ver con los objetivos de la institución y que define en su página web:

"Como ampliación del proyecto CNIO Arte que, desde 2018, cada año invita a un científico y un artista de gran proyección internacional a explorar territorios comunes para la creación de una o varias piezas artísticas, nacen los Simposios de Arte y Ciencia, que reúnen a reconocidos profesionales de distintas disciplinas para reflexionar y dialogar sobre la temática elegida en consonancia con la edición de CNIO Arte de cada año."

https://www.cnio.es/cnio-y-sociedad/simposios-de-arte-y-ciencia/







“CNIO Arte es la iniciativa del CNIO, con el apoyo de la Fundación Banco Santander, para impulsar el diálogo entre artistas y científicos”

“CNIO Arte es la iniciativa del CNIO, con el apoyo de la Fundación Banco Santander, que promueve el diálogo entre artistas y científicos/as como forma de transmitir la importancia de la ciencia a la sociedad”. 

El "proyecto" va por su séptima edición. Esta séptima edición de CNIO Arte se ha centrado en el cambio climático. Sus protagonistas viajaron a un escenario en el que las consecuencias de este fenómeno global se dejan sentir a un ritmo mayor que en el resto del planeta: el Ártico. A partir de su estancia el pasado agosto en el archipiélago de Svalbard (Noruega), Dora García creó la pieza audiovisual END (dos prólogos).

 “El cambio climático es hoy uno de los grandes problemas para la humanidad”, dijo Maria A. Blasco. “Contemplar la obra me hizo pensar que el mensaje de la ciencia respecto al cambio climático es muy claro, transparente; el del arte en cambio es más personal y sujeto a la interpretación, pero igualmente necesario”.

https://theobjective.com/espana/2025-01-03/directora-cnio-pareja-hijo-viaje-artico/



https://theobjective.com/espana/2025-01-03/directora-cnio-pareja-hijo-viaje-artico/

“Según dijo el comité de empresa del centro al portal de transparencia, en el viaje participó la artista Dora García, el investigador David Nogués-Bravo, un sonógrafo, el director de CNIO-Arte, Juan de Nieves, la directora del CNIO, María Blasco y, «al menos, otras dos personas». Ahora THE OBJECTIVE ha podido conocer el nombre de estas dos personas que, junto a Blasco, viajaron a uno de los lugares más inhóspitos del planeta para algo que nada tiene que ver con la actividad del centro. Un viaje que, sin embargo, fue pagado con fondos del CNIO”

Según The Objectiv se gastaron casi un millón de euros en un año y cerca de tres milones entre 2018 y 2023 en actividades artísticas. El CNIO tiene un déficit de 4,5 milones de euros y ha perdio el 22% de sus ingresos durante el mandato de María Blasco. 



domingo, 8 de diciembre de 2024

¿Realmente hay cambio climático en el Mediterráneo español?

 Los datos sobre la supuesta evolución del clima en esa zona durante las últimas décadas no son ni mucho menos concluyentes


Las series largas de precipitación de más de 100 años son imprescindibles para poder analizar realmente lo que ocurre con el Clima de una región. Desgraciadamente las mismas son escasas y de poca fiabilidad. No obstante, a propósito de las lluvias torrenciales de Valencia, se están colando en los medios de comunicación una serie de afirmaciones que quieren empujar a la opinión pública hacia una versión acientífica del problema.

El estudio hecho sobre la Demarcación Hidrográfica del Segura (DHS) es interesante, porque esta hecho para una de las regiones más áridas de Europa que presenta unas características de régimen de precipitación, con largos períodos de sequía interrumpida con algunas intensas precipitaciones. Además utiliza series de 70 años, no largas pero esclarecedoras si tenemos en cuenta de los vaticinios del cambio climático y su supuesta aceleración, con emergencia incluída. En cualquier caso es lo que hay.

https://aemetblog.es/2021/02/14/caracterizacion-de-la-variabilidad-interanual-de-las-precipitaciones-diarias-en-la-demarcacion-hidrografica-del-segura-parte-i/?amp=1

El objetivo del mismo es la caracterización de la variabilidad interanual de la serie regional de precipitación diaria en la DHS en los últimos 70 años. 



El valor medio de la precipitación acumulada anual (abajo) en la DHS es de 342 mm con gran variabilidad interanual, con años por debajo de los 200 mm y otros por encima de los 500. Hay una ligera tendencia al alza, aunque no es significativa estadísticamente. Esta falta de tendencia a la disminución a escala anual entra en contradicción con las previsiones de cambio climático, que debería imponer un descenso de las mismas. A escala mensual se observa una tendencia negativa en junio (2 mm por década) y positiva en setiembre (2,4 mm por década), lo que parece indicar un desplazamiento estacional de la precipitación, con adelante del verano compensado por el adelanto del otoño. 


La definición de día de precipitación es la de una precipitación media regional superior o igual a 1 mm. En la DHS el número medio anual de días es de 71.6. La tendencia de la serie anual muestra una disminución significativa de 2.3 días/década. Esta reducción se debe en gran medida al mayor descenso de estos episodios en los meses de junio (-0.6 días/década) y abril (-0.4 días/década) siendo ambos descensos significativos estadísticamente.

Si tenemos en cuenta que no hay menos precipitación anual y esta se distribuye en menos días, evidentemente se dará con mayor intensidad. Otra cosa diferente es si hay más torrencialidad. En este trabajo se presenta el resultado del número de días de más de 40 mm de media en toda la zona, con claro aumento. Dado que la torrencialidad se suele presentar con una escala geográfica menor al territorio estudiado, sería fundamental conocer cual sería el resultado con precipitaciones inferiores, como 30 0 20. 


Para subsanar esto hay otro índice interesante que nos ofrece información sobre la intensidad de las precipitaciones. Es el que mide el porcentaje de la precipitación acumulada anual debido a la ocurrencia de precipitaciones intensas. Se define como evento intenso aquel que sobrepasa el 95% de los días con precipitación. Para esta región es de 15.6 mm.

Aunque con gran variabilidad interanual el porcentaje de la precipitación acumulada por eventos intensos respecto de la precipitación total acumulada es del  22.8%. Hay un año excepcional, el 2019, donde más de la mitad (57.5%) de la precipitación acumulada en el año se debió a la ocurrencia de estos eventos. En cuanto a la tendencia de este índice no se observa ningún cambio significativo a lo largo del período considerado, en ninguna de las tres escalas temporales analizadas.



Se analiza también la cantidad total de precipitación acumulada debido a estos eventos intensos. Los mayores acumulados se producen en la estación del otoño. En cuanto a los acumulados mensuales hay una gran irregularidad a lo largo de los años, siendo octubre el mes en el que se registran cantidades superiores con mayor regularidad, aunque septiembre es el mes en el que se han observado las mayores acumulaciones por estos eventos, adquiriendo una gran relevancia el episodio del año 2019.

En los acumulados anuales por lluvias intensas también hay gran variabilidad, con acumulados máximos por encima de 250 mm, siendo la media anual de 89 mm. Si se analizan las tendencias de estas series tampoco se obtiene tendencia alguna, ni siquiera con el año excepcional de 2019.En conclusión, la serie no es suficientemente larga para detectar ninguna tendencia evidente ni hacia la sequía ni hacia la mayor frecuencia de eventos intensos. Los eventos de 2016 y 2019, que pueden ser puntuales, son los que "empujan" la estadística, pero para tal caso harían falta series centenarias para que fueran concluyentes.



martes, 19 de noviembre de 2024

40 AÑOS DEL SISTEMA NACIONAL DE PREDICCIÓN

 Tras las inundaciones de la presa de Tous (1982) y del País Vasco (1983) se impulsó el desarrollo moderno de la predicción en España


El 13 de noviembre de 1970, el ciclón Bhola devastó Pakistán Oriental (actual Bangla Desh) y el estado indio de Bengala Occidental. Con cientos de miles de muertes, se considera el ciclón tropical más mortífero que ha existido y unas de las mayores crisis humanitarias de la era moderna. 

En esa fecha hace 54 años ya había imágenes de satélite que podía monitorear el movimiento de los grandes sistemas de tiempo. Abajo menos la imagen del ITOS1. Ya entonces se pudo haber evitado tal catástrofe casi bíblica, pero ya sea debido a los roces políticos con la India por parte de Pakistán, o la no puesta en práctica de las recomendaciones, años antes, de un famoso experto norteamericano, las víctimas se ahogaron sin remisión por la marejada ciclónica sobre un terreno especialmente llano y bajo. La recomendación consistía en construir en las zonas expuestas montículos artificiales donde refugiarse. Algo elemental, barato y factible.



https://www.newspapers.com/article/the-lowell-sun-many-pakistan-flood-victi/2956402/

Como ya señalé en el anterior artículo

https://meteorologosenlaniebla.blogspot.com/2024/11/mas-inundaciones-en-el-mediterraneo.html

en España a partir de 1957, y tras años de sequía, se sucedieron una serie de fenómenos torrenciales que dejó marcada huella. Aquí una muestra extraída de las efemérides recopiladas por AEMET:

13 de octubre 1957: doble riada del Turia en Valencia, entre 80 y 300 muertos.

25 de setiembre  de1962: mas de 800 muertos por la avenida súbita de los ríos Besós y Llobregat. 250 l/m2 en Martorelles y 240 en Corbera de Llobregat.

dia 4 de octubre1969: Graves inundaciones en la provincia de Málaga por el desbordamiento del rio Yeguas. Caen 410 l/m2 en Sierra Yeguas, 304 l/m2 en Teba y 210 l/m2 en Campillos.

22 de setiembre 1971 Inundaciones en Barcelona con 19 muertos. 

19 de octubre de 1973: 600 l/m2 en Zúrgena (Almería) y otros 600 en Albuñol (Granada).

En estas fechas las tecnologías relacionadas con la meteorología no eran capaces de prever o monitorizar los fenómenos más adversos propios de nuestro país. En general, no eran de escala sinóptica sino que abarcaban entre unos kilómetros, como las tormentas severas, a 100 o 200 kilómetros, como las líneas de turbonada o los sistemas de mesoescala asociados a las bajas aisladas.

Así llegamos a los años 80. La sucesión de dos catástrofes meteorológicas, la riada de Valencia el 20 de octubre de 1982, que produjo la rotura de la presa de Tous y más de 30 muertes, y las inundaciones por lluvias torrenciales en Vizcaya el 26 de agosto de 1983 que dejó 47 fallecidos, generó una reacción política para promover la prevención de estos eventos. 

La existencia de satélites, el progreso de los modelos de predicción meteorológica y, en general, una tecnología que permitía dar un gran salto en ese sentido estaba desarrollada y tan solo con una importante inversión se podría crear un sistema de vigilancia y predicción adaptada a las necesidades y posibilidades del momento del entonces llamado Instituto Nacional de Meteorología. Cabe destacar la tecnología de radar meteorológica, las estaciones meteorológicas automáticas y el detector de descargas eléctricas. También nos incorporamos en esos años 80 numerosos profesionales que trabajamos en esa temática durante las siguientes décadas. 

La predicción estaba focalizada en ese momento en los aeropuertos y la implementación de esa tecnología en los mismos era entonces costosa. Por eso se prefirió “centralizar” la misma en 11 centros de predicción (1986-1989) con responsabilidad regional.  Algunas de ellas abarcaban una comunidad autónoma y otras 2 o tres. Su labor básica era la predicción general, aeronáútica y de fenómenos adversos en su demarcación, funcionando a tiempo completo 24/7, si era posible. Conformaban el Sistema Nacional de Predicción. Cada uno de los 11 centros fue generando gran experiencia sobre su área de actuación, con gran conocimiento de la geografía regional y de la características socioeconómicas sobre las que pudiera tener impacto la meteorología. 

Eventos adversos desde la creación del sistema nacional de predicción:

4 de noviembre de 1987: Inundaciones en la provincia de Valencia por desbordamiento del Júcar. Varios muertos.

14 de noviembre de 1989: lluvias torrenciales desbordan el rio Guadalhorce con varios fallecidos.

9 de octubre 1994: Lluvias torrenciales en Cataluña que duran hasta el día 11; hay 4 muertos y 5 desaparecidos.

9 de junio de 1995: lluvia torrencial en Andalucía con 4 muertos.

30 de setiembre de 1997 En Alicante caen 270 l/m2 en 6 horas causando 5 muertos.

7 de agosto de 1996: camping de Biescas, 86 muertos.

15 de diciembre de 1996: fuerte temporal de agua y nieve en toda España que ocasiona 22 muertes. Andalucía, Castilla La Mancha y Valencia sobre todo

20 de diciembre de  1998: temporal En el Cantábrico hunde un barco con 8 fallecidos

30 de setiembre de 1997: En alicante caen 270 l/m2 en 6 horas, causando 5 muertos.

6 de noviembre 1997: Ciclogénesis explosiva, con precipitaciones superiores a 110 l/m2. En Badajoz/Montemolín se miden 40 l/m2/h con gran inundación que deja 23 muertos.

9 de junio de 2000: lluvia torrencial en el este de la Península con 5 muertos en Cataluña

20 de noviembre de 2001: tormenta anclada en la cumbre de La Palma, con 4 muertes

27 de setiembre de 2012: lluvias torrenciales en el sureste con una intensidad de 128 l/m2/h. 13 muertos

7 de setiembre de 2015 Varios fallecidos en la zona de La Rábida (Granada) por las inundaciones producidas

9 de octubre de 2018: un tren convectivo provocó precipitaciones torrenciales en la localidad mallorquina de Sant Llorenç, con 13 personas fallecidas.

Como se ve, durante 40 años, y excepto en el evento del camping de Biescas generado por una tormenta aislada anclada a la montaña y que afectó un punto muy local, es decir algo muy imprevisible, el resto entran dentro de unos números razonablemente bajos asociados a la imposibilidad del riesgo cero mas que a otra circunstancia.

En 2008 el Instituto Nacional de Meteorología se convierte en una Agencia (Agencia Estatal de Meteorología). La supresión de la palabra Nacional ya denota la intención de ese momento político, de deconstruir la nación española. Se planea luego una reforma del Sistema Nacional de Predicción que se va ejecutando a partir del 2011. Se separan las funciones aeronáuticas y las de la predicción de fenómenos adversos. 

La especialización en sí no es mala idea pero esconde una reducción de personal. Los 11 centros en los que se vigilaban regionalmente los fenómenos adversos se reducen a 4, infradotados además de personal por los que el sistema es muy vulnerable cuando se dan las circunstancias de tiempo muy adverso generalizado. Por la noche, la cobertura es aún mas precaria. Todo esto supuso un ahorro en salarios de aproximadamente 1 millón de euros al año. No parece que estas circunstancias hayan trascendido de alguna forma, pese a que hubo huelgas y acciones de protestas en su momento por parte de los profesionales. Esperemos que se retome a dar importancia a la inversión en la prevención de los fenómenos meteorológicos, por la cuenta que nos trae. 


domingo, 3 de noviembre de 2024

¿MÁS INUNDACIONES EN EL MEDITERRÁNEO ESPAÑOL POR EL CAMBIO CLIMÁTICO?

Además de ser recurrentes, se sabe que no hay una tendencia histórica a más inundaciones catastróficas


“Study of historical flood events on spanish rivers using documentary data” de Mariano Barriendos y Fernando S. Rodrigo (2006, Hydrological Sciences Journal)

En este estudio se usan pruebas documentales para analizar los acontecimientos históricos de la severidad y frecuencia de inundaciones en diferentes ríos de España. La ocurrencia de inundaciones en el pasado es analizado teniendo en mente la topografía básica y las características hidrográficas de los ríos investigados, además de las causas climatológicas de las mismas durante el período instrumental. Las oscilaciones de la frecuencia de inundaciones identificadas en el presente trabajo coincide en general con las ya detectadas en previos trabajos para un número de cronologías más corto.

Se ha utilizado información de anteriores investigadores que han trabajado en la compilación de información sobre inundaciones como Rico Sinobas, Bentabol, Blasco, etc recopilados por Fontana Tarrats. También se utilizan otras modernas recuperaciones de diferentes cronologías de inundaciones (Grimalt, 1992; Barriendos & Pomés, 1993; Barriendos & Martín-Vide, 1998; Brázdil et al., 1999; Benito et al., 2003; Llasat et al., 2005). También se ha hecho investigación directa en archivos y se han compilado un total de 1422 inundaciones, 589 catastróficas y 833 extraordinarias, en 17 cuencas de ríos.

Como se ve, entre el siglo XIV y el siglo XX se han producido más de 30 inundaciones catastróficas en las cuencas del Turia y del Júcar, en su gran mayoría en otoño:

La figura muestra la frecuencia decadal de inundaciones en las cuencas mediterráneas. Se pueden ver dos picos correspondientes a las décadas de 1621-1630 y 1841-1850. Poco que ver con el calentamiento global aunque en los años 60 del pasado siglo hubo un cierto repunte. En términos generales, el incremento de la frecuencia de inundaciones se produce al final del siglo XVI, el final del siglo XVIII y la segunda mitad del siglo XIX.