El hielo continental antártico se acumula más rápidamente desde comienzos del siglo XIX
El continente antártico, abarcando todas las altas latitudes que rodean al Polo Sur, tiene una extensión de 14 millones de kilómetros cuadrados, como unas 28 veces España. El 98% está cubierto de hielo que se forma por acumulación, sin apenas deshielo salvo en sus bordes y en la Península Antártica, con un espesor medio de 1,9 kilómetros.
Teniendo en cuenta que la temperatura media de la Antártida es de unos -20ºC (-50 en su interior y -10 en sus litorales), aunque se produjera un aumento significativo de las temperaturas no tendría consecuencias dramáticas. Además cada aumento de un grado supone un aumento de las precipitaciones en forma de nieve por lo que siempre ha habido mucho debate sobre si un calentamiento global provocaría un aumento o disminución de la masa de hielo allí.
En abril del año pasado se publicó un artículo que aborda el problema. Ya se habían hecho anteriormente estudios de núcleos de hielo antárticos. En este caso se realiza uno nuevo en la estación Vostok, de gerencia rusa, para analizar la variabilidad del balance de masa en los pasados 2200 años.
Recent increase in the surface mass balance in central East Antarctica is unprecedented for the last 2000 years. Alexey Ekaykin et al, 2025.
https://www.nature.com/articles/s43247-024-01355-1
Se ha encontrado un incremento del 24% del ritmo de acumulación de nieve desde el comienzo del siglo XIX, que se reafirma con los datos recogidos ya por los instrumentos de los últimos 52 años. Esta última no tiene precedente en la era preindustrial (2,25 gr/cm2año). Cada grado que sube la temperatura equivale a un incremento del 11% de masa de nieve.
Los datos conocidos, hasta la publicación de este estudio en la Antártida centro oriental, sugerían que la nieve acumulada decreció desde el años 1000 hasta el principio del siglo XIX. Está basado en 3 puntos: Droning Maud Land (DML), el Polo Sur y el domo Fuji. Los dos últimos cubren los últimos 2000 años mientras el primero se hasta los últimos 740 año.
Hay que recalcar que este se produce desde el comienzo del XIX, es decir, mucho antes de cualquier influencia antropogénica por incremento del CO2 como una reacción a la temperatura creciente. Esta conclusión está basada en una compilación de 175 muestras de hielo y nieve compactada pero están distribuídas de forma irregular: la mayoría en la DML, algunas en la costa de Antártida Oriental y solo unas pocas en la vasta zona de meseta de la Antártida Oriental.
El estudio con nuevas series que cubren los últimos 2 milenios de la Antártida Oriental se combinan con los datos instrumentales de los últimos 52 años para: confirmar el incremento de los últimos 200 años en la Antártida central, examinar si los presentes valores exceden los límites preindustriales e investigar la sensibilidad con respecto a la temperatura.
En la figura de abajo cabe destacar la línea azul pálida del estudio, con incrementos claros a fines del siglo XIII y a principios del XIX. La azul oscura está basado en observaciones directas de las últimas décadas. En los estudios anteriores del Polo Sur y Domo Fuji también se pueden deducir el óptimo cálido romano y el medieval, aunque todas estas conclusiones siempre estarán sujetas a discusión.
En cualquier caso la Antártida es un quebradero de cabeza para los afectos al calentamiento global ya que los datos que se pueden conocer contradicen en gran medida cualquier efecto sobre el continente helado irremisiblemente. En un artículo anterior ya comenté que en los últimos años (2010-2021) la misión CryoSat-2 detectaba un ligero aumento del espesor medio de hielo.
https://meteorologosenlaniebla.blogspot.com/2023/06/mas-hielo-en-la-antartida.html