Los registros oficiales de las temperaturas ocultan los efectos que incrementan artificialmente sus valores como es el caso de la isla urbana de calor
Desde hace años se conoce que las temperaturas dentro de las ciudades son superiores a los del campo circundante. El ascenso depende del tamaño de la ciudad y de la distribución del cemento y asfalto, y también de la distribución horizontal y vertical de las construcciones. Este efecto se denomina isla urbana de calor y puede afectar a la temperatura del aire en varios grados.
¿Como ha evolucionado este efecto a lo largo de este siglo y pico en el que parece haber una subida de temperatura a nivel planetario?. Es evidente que es precisamente durante los últimos 100 años al menos, que se ha producido un espectacular crecimiento de ls ciudades en tamaño además de utilizar materiales como el cemento y asfalto que recubren toda la superficie absorbiendo la radiación solar e impidiendo la evapotranspiración. Capítulo aparte merece los elementos generadores de calor como los automóviles o los motores de los aires acondicionados.
Los escasos observatorios meteorológicos existentes hace 100 años estaban en lo que entonces eran el centro de las ciudades en muchos casos, quedando rodeados posteriormente por un enorme círculo de construcciones.
El efecto es mayor en verano que en invierno. Se produce durante el día cuando las superficies asfaltadas y las construcciones en general absorben la luz solar. Actúan como un acumulador de calor, que emiten lentamente durante la noche. El efecto es también más importante en ciudades muy densas como ocurre en España.
Lahouari Bounoua, científico de la NASA es el autor principal de un estudio sbre el tema en la revista Environmental Research Letters, aplicado a la superficie de los Estados Unidos. Se utilizaron datos de la NASA a través de los sensores MODIS (Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer) de sus satélites Terra y Aqua, combinado con datos del Landsat7, y el uso de un modelo de la NASA para recrear todas las interacciones.
El resultado oscila en las ciudades americanas en torno a unos 2 grados. El resultado en España sería superior dada la alta concentración de construcciones y calles de las ciudades en nuestro país en comparación con la típica distribución en Estados Unidos: Un centro comercial de la ciudad compacto y una población muy distribuida, con casas bajas de los suburbios. También se hace patente la subida de temperaturas que producen las carreteras y sus entornos.
Bounoua y sus colegas usaron el modelo para simular la temperatura que habría si se sustituyera la superficie construída por vegetación. Luego introducían progresivamente las superficies artificiales dentro del modelo natural en un 1% cada vez. Encontraron lo inesperado...o más bien lo improbable en la realidad. Cosas de los modelos.
Cuando la superficie construída estaba en el 1% la subida era en torno a 1,3ºC. Esa diferencia se mantenía constante hasta un valor de 35%. En cuanto pasaba de ese valor la temperatura empezaba a crecer alcanzando el valor de 1,6ºC cuando se alcanzaba el 65%. Es difícil de creer.
En realidad el efecto se conoce hace muchos años. Fue estudiado sistemáticamente por Oke en 1970, cuando publicó el trabajo City size and the urban heat, en el que dedujo la siguente expresión matemática para calcular el incremento en las temperaturas que experimentan las ciudades cuando crecen
También influyen en la forma y distribución de las islas de calor la propia morfología de la ciudad. La experiencias de Oke se pueden resumir visualmente en la siguiente gráfica en la que se representa la relación entre incremento de temperatura y la población de una ciudad.
Otro caso muy conocido es el de varias ciudades de Japón que muestran la siguiente evolución de las temperaturas registradas en función de su crecimiento:
Todos estos argumentos solo le sirven para reconocer al IPCC que es "improbable" que el efecto isla térmica urbana afecte en más de un 10% a las tendencias registradas de temperatura.
FUENTES
http://earthobservatory.nasa.gov/IOTD/view.php?id=86440
WIKIPEDIA
No hace falta tanto estudio para justificar la evidencia, los agricultores vivimos diariamente en invierno este proceso,en pequeños pueblos y no ciudades, observamos como el campo esta escarchado y en el lugar no hay rastro de el blanco meteoro.
ResponderEliminarEn Legazpi -Madrid- la temperatura mínima en pleno invierno y con inversión térmica, ronda los -1ºC a escasos kilómetros y en el mismo cauce del río Manzanares, en el paraje de Somontes, las temperaturas rondan los -7ºC, todo un ejemplo para el fenómeno llamado "isla de calor".
ResponderEliminarConsiderando que la mitad de las estaciones de Aemet están en zonas de isla de calor más o menos potente, tomando como 2°C el aumento medio de las mediciones por esta causa, tendríamos una desviación de +1°C en la temperatura medida como media en España. No interesa al ente corregir este error.
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