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lunes, 7 de julio de 2025

TRES AÑOS Y MEDIO DESDE EL HUNGA TONGA Y SUS CONSECUENCIAS CLIMÁTICAS

 Es probable que la erupción de este volcán esté afectando al clima mundial


En enero de 2022 se produjo la mayor erupción del siglo XXI, la del volcán Hunga Tonga, que inyectó una enorme cantidad de vapor de agua en la estratosfera, no observada anteriormente, por lo que sus consecuencias en el clima no eran previsibles. 

Martin Jucker et al., 2024, utilizaron modelos que consideran la química atmosférica para analizar los posibles impactos a largo plazo de esa inyección de vapor de agua. Las simulaciones muestran un fuerte y persistente calentamiento de las masas terrestres del Hemisferio Norte y un enfriamiento de los inviernos en Australia, años después de la erupción, lo que demuestra el gran forzamiento a largo plazo de este fenómeno. Los autores enfatizan que el fenómeno es más complejo que el simple forzamiento de gas invernadero (en este caso el vapor de agua) y está influenciado por factores como los cambios de patrones de circulación y retroalimentaciones nubosas. 

En cualquier caso los mejorables monitoreos del clima mundial parecen querer contarnos que algo significativo está pasando estos tres últimos años. Las medidas de la temperatura de las capas bajas de la atmósfera por satélite, gestionadas por la Universidad de Alabama/Huntsville, mostraron durante los años 2023 y 2024 un inesperado y brusco aumento con marcha atrás durante estos últimos meses. Son de difícil atribución estos cambios y el volcán en cuestión es un sospechoso necesario. 


El monitoreo de Copernicus es otro clásico. Los que lo usan no deben ignorar que básicamente es un modelo con datos incrustados supuestamente validados por las organizaciones que los gestionan (Já). Lo más gracioso es que pretende ser una síntesis de los años 1940-2024. En los años 40 del pasado siglo, por ejemplo, había preocupaciones mayores que la de tener una buena red de observatorios mundiales, densa y bien mantenida. Pura entelequia. En cualquier caso, si se observa estos últimos 3 años una evolución más o menos coherente con la anterior. Estos últimos 6 meses ha visto un rápido declinar de la temperatura:

https://pulse.climate.copernicus.eu/


He desarrollado en serie los datos de Copernicus. Especulo con que el retraso del aumento de la temperatura en meses posteriores a la erupción demuestra que los efectos son más atribuibles a su influencia en los patrones meteorológicos que al propio efecto de invernadero del vapor de agua estratosférico. En cualquier caso se observa mejor la vuelta a valores preeruptivos:



De la misma forma las anomalías de mar helado en la Antártida también parecen haber sido influídas:



El retraso en el aumento de la temperatura también puede estar influido por el hecho de una fuerte La Niña, con el consiguiente enfriamiento global, que se desarrollaba durante el año 2022:





En cuanto a los posibles efectos sobre situaciones en nuestro país, es cierto que los tres últimos veranos han sido anómalamente cálido, con éste reciente junio muy caluroso. Observando desde una amplia perspectiva parece que nos ha "tocado" un patrón meteorológico muy desfavorable comparativamente el pasado junio:


Y los patrones que lo han generado han sido muy determinantes y persistentes. La atribución al famoso cambio climático lo tendrán que demostrar los que lo apoyan:

La evolución de la temperatura media de junio en la Península desde 1961 según AEMET, con todas las reservas sobre la calidad de los datos, es la siguiente, con dos evoluciones muy distintas, hasta los años 90 y desde estos:




Si observamos su evolución en los 26 años de este siglo, la tendencia es ligeramente negativa, con tres junios seguidos muy cálidos al principio que decantan la misma:



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