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viernes, 22 de diciembre de 2023

"EL NIÑO" IGUAL A MÁS LLUVIA OTOÑAL POR EL OESTE

 Los "El Niño" más intensos coinciden con otoños lluviosos en las cuencas atlánticas de la Península


Según AEMET este otoño ha sido, de media, húmedo en la Península pero con un reparto muy desigual, siendo muy húmedo en la mitad noroccidental y muy seco en las zonas mediterráneas. Esto ha sido debido a una circulación muy persistente de componente WSW, como se observa en la media de la anomalía de presión atmosférica otoñal en el Hemisferio Norte. 

https://www.aemet.es/es/noticias/2023/12/avance_otono_2023

También el índice NAO se ha mantenido entre setiembre y noviembre por debajo de lo normal, lo que implica situaciones de vientos húmedos en latitudes más bajas.



Después de tres otoños seguidos por debajo de lo normal en precipitaciones en España, y con situaciones en el Pacífico de La Niña, cabe preguntarse si hay relación de ese fenómeno con las lluvias en nuestro país. Están muy comprobadas su relación con distintas situaciones climáticas en el entorno o cercanía al Pacífico, pero es mucho más controvertida su relación con la zona atlántica.

La agencia norteamericana meteorológica NOAA reconoce la relación en otoño de el fenómeno ENSO (El Niño Southern Oscillation) con la mayor o menor precipitación otoñal. La señal de correlación indica mayores probabilidades de precipitación en otoño en el oeste de la Península Ibérica, relacionada con situaciones persistentes de componente oeste. 


Tomando la serie de AEMET de precipitaciones en otoño (1961-2022) he señalado con un punto rojo la situaciones presentes de El Niño (fase cálida) y en azul de La Niña (fase fría). Con una F en rojo la situaciones mas intensas de El Niño. Falta el 2023 que también ha sido intenso y con lluvias significativas. La fuente básica de datos está abajo. A simple vista se correlacionan muy bien los años El Niño (lluviosos) y los de La Niña (secos). 

Por supuesto hay situaciones intermedias y años en los que no hay buena correlación. Por ejemplo el 2015 con un "El Niño" muy fuerte no cumplió las expectativas, mientras que sus hermanos de 1997, 1997, 1982 y 1972 si lo hicieron. Es remarcable la sucesión de años secos en los años 70, muy relacionados con un "La Niña" persistente y especialmente intensa. También fue una década muy fría a nivel mundial. 









La relación, tan evidente, de una oscilación natural con cambios en los regímenes de circulación no traspasan los ámbitos profesionales y emergencionistas para llegar a la opinión pública, con la idea en gran medida de confundir y hacer creer que todo es debido al calentamiento global.

Por otro lado el actual evento sigue su curso, ha alcanzado su máximo, y se espera su decadencia a principio del año 2024.



Como es habitual en eventos fuertes de El Niño, los modelos esperan una drástica transición, seguramente a un evento frío de "La Niña", que podría producir el próximo otoño lluvias por debajo de lo normal.




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