El de Orense sirve como buen recopilatorio de todos los problemas asociados a las vicisitudes de los observatorios provinciales
Comienza la temporada de récords de AEMET, inevitablemente con los primeros calores de la temporada, lo que ya da que pensar sobre los problemas de las observaciones meteorológicas. Aunque para el público debiera ser evidente que los métodos de observación de una variable tan elemental como la temperatura fueran perfectamente científicos, la realidad, vista en profundidad, dicta otras cosas bien distintas, como ya he desarrollado prolijamente en este blog.
La instalación de los primero observatorios provinciales, ya establecidos como una red unida por telégrafo, se remonta a la mitad del siglo XIX, aunque con una continuidad difícil de las series e instrumentos, muy distintos a los actuales e, incluso, a los de hace un siglo. En los datos de la web de AEMET constan las observaciones de la primera instalación, desde 1920 hasta 1969, que estaría situada en el centro de la ciudad, afectadas con toda seguridad por los problemas de crecimiento de la ciudad en esas décadas. El actual observatorio, ya en las afueras, tiene datos desde 1972 hasta la actualidad.
Parece que el día 29 se ha batido por una décima el récord anterior (2017), llegándose a los 37,7ºC. La situación del Observatorio:
En una visión más cercana, gracias a Google Earth, se puede empezar a atisbar la naturaleza del problema de las altas temperaturas observadas. El Observatorio (obviar el puntero rojo) está situado encima de la flecha roja que he trazado. A unos pocos metros hay una aparcamiento asfaltado, y a unos pocos metros más todo tipo de edificios y carreteras. Es decir, para un efecto de isla térmica urbana no hace falta solo contemplar la influencia de todo el casco de la ciudad, que evidentemente existe y está estudiado, sino también las posibles influencias materiales cercanas, que son fuertes concentradores de calor y emisores de radiación infrarroja.
En conclusión, todas estas circunstancias referidas pueden tener un gran efecto durante las jornadas calurosas especialmente en las temperaturas máximas. Esto explica la incidencia de los récords de temperatura de las máximas del verano.
Gracias por la magnífica y documentada explicación. Así se explican, cómo dices bien , estos pseudo-récords, de décimas. Gran trabajo divulgativo, Alejandro.
ResponderEliminarPues ese mismo problema ocurre en el Observatorio de Aemet en Mourente-PO con serie desde 1985.
ResponderEliminarDecir que las otras dos estaciones de referencia de la ciudad son de Mtgalicia, Lourizan muy coherente en toda su serie y Campolongo en centro ciudad tipo OU.
Esta última se instaló en Mayo 2015 o 16. Estación con unas máximas brutales. Sorprendentemente se iguala con Mourente Aemet (a 2km de la ciudad) en Junio 2022, que casi siempre daba máximas inferiores en 2 e incluso 3 grados.
Y así sigue la cosa hasta Junio 2023 que se cambia la garita en Mourente y a partir de ahí en época veraniega marca incluso más mourente.str
Nada tiempo sentido.
Algo le pasó a Campolongo que a día de hoy son inalcanzables sus récords de hace un lustro.
Y ha Mourente el cambio de garita ha puesto al alza sus máximas claramente.
Un desastre.
Las estaciones automáticas suelen cambiar los sensores y abrigos que rompen la homogeneidad. Los desvíos con los nuevos abrigos de anillas pueden llegar hasta 1°C positivo en episodios de calor con poco viento. En entornos urbanos quizás más.
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