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domingo, 23 de marzo de 2025

HACIA UNA NUEVA GLACIACIÓN

 Una nueva línea de investigación parece confirmar la idea tradicional sobre la próxima era glaciar


Según Imbrie: "la tendencia de enfriamiento a largo plazo que comenzó hace unos 6000 años atrás continuará durante los próximos 23000 años" Imbrie J, Imbrie KP (1986) Ice Ages: Solving the Mistery Harvard University Press. p. 158

John Imbrie, durante los años 70 del pasado siglo, fue capaz de demostrar con datos paleoclimatológicos la teoría sobre las variaciones en los ciclos glaciares basados en los ritmos astronómicos de la órbita terrestre en torno al Sol de Milankovitch. 

La teoría de Milankovitch sugiere que los avances y retrocesos de las enormes capas de hielo continental sobre el Hemisferio Norte, durante las glaciaciones, se producen por ligeros cambios en la inclinación del eje de rotación de la Tierra con respecto al plano orbital (oblicuidad), y de la geometría de la órbita de la Tierra con respecto al Sol, que influencian la distribución estacional de la radiación solar entrante. 

Cambios en la inclinación del eje rotacional de la Tierra con respecto al plano orbital (oblicuidad) causa variaciones en la estacionalidad con un período de 41000 años y afecta fuertemente a la energía total recibida en altas latitudes. La precisión del eje rotacional y de su órbita causa variaciones en el momento del solsticio con respecto a la distancia Tierra-Sol, con un período de 21000 años. La precesión tiene la mayor influencia sobre el pico de intensidad de verano en las medias y altas latitudes. La forma de la órbita de la Tierra (excentricidad) también varía de mas a menos circular, con un período de 100000 años (y de 400000). La excentricidad tiene su mayor influencia sobre la amplitud de la precesión.

Todos estos movimientos generan cambios cíclicos en la cantidad de energía absorbida en las altas latitudes del Hemisferio Norte que favorecen o desalientan el avance de los glaciares en las mismas, haciendo disminuir o aumentar la temperatura general del planeta. 



Stephen Barker y otros han publicado en la revista Science un nuevo trabajo que puede ser definitivo en cuanto a fijar los tiempos de los procesos de glaciación y desglaciación que marcan la actual era glacial y el progresivo enfriamiento de la Tierra que se aceleró hace entre 2 y 3 millones de años.

"Distinct roles for precession, obliquity, and eccentricity in Pleistocene 100-kyr glacial cycle" https://www.science.org/doi/10.1126/science.adp3491

Milankovitch desarrolló su teoría a principios del siglo XX, pero no se pudo probar hasta que Hays, Imbrie y Shackleton presentaron su primera robusta evidencia geológica en 1976. La identificación de los períodos típicos de precesión y oblicuidad confirmaron que ambos parámetros deben jugar algún papel en los ritmos de los ciclos glaciares del Pleistoceno, pero sus exactos roles permanecen dudosos. Además, la observación de una fuerte periodicidad de 100000 años es difícil de reconciliar con la débil influencia directa de la excentricidad. 

Desde entonces, ha habido muchos intentos para diferenciar entre la importancia relativa de la precesión frente a la oblicuidad, especialmente en el proceso de desglaciación. El mayor obstáculo para eludirla es la dificultad en identificar los tiempos absolutos para los paleoregistros con suficiente precisión para diferenciar entre la influencia directa de otros parámetros. En este estudios se tomó una aproximación alternativa que evita la necesidad de tal precisión; se fijaron en la morfología de desglaciación-glaciación y los comparamos con los ritmos orbitales.

RESULTADOS

  • El camino a la glaciación se produce por la progresiva disminución de la inclinación del eje de rotación afectando a las altas latitudes
  • Hay una fuerte correlación entre la duración de la desglaciación y el desfase de la precesión con respecto a la oblicuidad
  • Una prolongada desglaciación ocurre cuando el cambio en precesión responsable empieza antes del respectivo cambio de fase de la oblicuidad, retrasando efectivamente la retirada hacia el norte de las masas de hielo hacia su estado interglaciar
  • Finalmente, los picos de precesión que llevan a la terminación (que siempre coinciden con una oblicuidad creciente) van directamente después de un mínimo en la excentricidad


CONCLUSION

Los resultados sugieren que los ciclos de 100000 años del medio y reciente Pleistoceno son en gran medida determinísticos, permitiéndonos predecir la ocurrencia y duración de todos los períodos glaciares y desglaciares de los pasados 900 kyr sobre la base de los ciclos orbitales exclusivamente. Esto nos permite hacer estimaciones de primer orden acerca del futuro del clima de la Tierra, suponiendo la ausencia del forzamiento por CO2.

La morfología de los ciclos glaciares reflejan la geometría orbital de la Tierra.

Las variaciones en la duración interglaciar está dominada por la fase desglaciar, la cual es función del desfase entre la precesión y la oblicuidad. La terminación glacial empieza con el primer pico de precesión que empieza mientras que la oblicuidad está aumentando, después de un mínimo en la excentricidad. La incepción glaciar luego sigue con el siguiente descenso en la oblicuidad.

Como vemos en la figura, y basándonos en sus conclusiones científicas, el ciclo actual bascula hacia una nueva glaciación, cuyo máximo se alcanzará dentro de unos 10.000 años. La oblicuidad, cuyo máximo de 24º ha quedado atrás siendo ahora de 23,5º, irá disminuyendo. Según el IPCC (2.3.1.1.2) el máximo cálido del interglaciar ocurrió hace unos 7000 años y que hay una tendencia a largo plazo de enfriamiento de las medias y altas latitudes del Hemisferio Norte en los últimos 5000 años, y que fue 1ºC superior a la de 1850-1900, y aún mayor en la zona ártica. 


Como vemos en los paleoregistros, los interglaciares son de duración breve, entre 10000 a 20000 años. En el actual llevamos unos 12000 años. La salida de un interglaciar hacia un glacial es relativamente rápido, como se puede ver por ejemplo en la subida del nivel del mar. Tal vez la inyección de gas CO2 en la atmósfera de origen antropogénico, aunque la atribución de su influencia se exagere, pueda servir paradójicamente de posible "antídoto" contra auténticas próximas crisis climáticas que pueden producirse en ese camino. Tengamos en cuenta que durante el máximo glaciar gran parte de Europa sería prácticamente inhabitable. En cualquier caso el camino hacia ese máximo nos enfrentarían a condiciones de vida progresivamente cada vez más difíciles.  




1 comentario:

  1. Muchas gracias por el articulo y por todos, te llevo leyendo muchos años. Me parecen muy valientes y muy buenos. Y por fin un artículo científico que predice y explica cuando será la próxima glaciación.

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