Tras las inundaciones de la presa de Tous (1982) y del País Vasco (1983) se impulsó el desarrollo moderno de la predicción en España
El 13 de noviembre de 1970, el ciclón Bhola devastó Pakistán Oriental (actual Bangla Desh) y el estado indio de Bengala Occidental. Con cientos de miles de muertes, se considera el ciclón tropical más mortífero que ha existido y unas de las mayores crisis humanitarias de la era moderna.
En esa fecha hace 54 años ya había imágenes de satélite que podía monitorear el movimiento de los grandes sistemas de tiempo. Abajo menos la imagen del ITOS1. Ya entonces se pudo haber evitado tal catástrofe casi bíblica, pero ya sea debido a los roces políticos con la India por parte de Pakistán, o la no puesta en práctica de las recomendaciones, años antes, de un famoso experto norteamericano, las víctimas se ahogaron sin remisión por la marejada ciclónica sobre un terreno especialmente llano y bajo. La recomendación consistía en construir en las zonas expuestas montículos artificiales donde refugiarse. Algo elemental, barato y factible.
https://www.newspapers.com/article/the-lowell-sun-many-pakistan-flood-victi/2956402/
Como ya señalé en el anterior artículo
https://meteorologosenlaniebla.blogspot.com/2024/11/mas-inundaciones-en-el-mediterraneo.html
en España a partir de 1957, y tras años de sequía, se sucedieron una serie de fenómenos torrenciales que dejó marcada huella. Aquí una muestra extraída de las efemérides recopiladas por AEMET:
13 de octubre 1957: doble riada del Turia en Valencia, entre 80 y 300 muertos.
25 de setiembre de1962: mas de 800 muertos por la avenida súbita de los ríos Besós y Llobregat. 250 l/m2 en Martorelles y 240 en Corbera de Llobregat.
dia 4 de octubre1969: Graves inundaciones en la provincia de Málaga por el desbordamiento del rio Yeguas. Caen 410 l/m2 en Sierra Yeguas, 304 l/m2 en Teba y 210 l/m2 en Campillos.
22 de setiembre 1971 Inundaciones en Barcelona con 19 muertos.
19 de octubre de 1973: 600 l/m2 en Zúrgena (Almería) y otros 600 en Albuñol (Granada).
En estas fechas las tecnologías relacionadas con la meteorología no eran capaces de prever o monitorizar los fenómenos más adversos propios de nuestro país. En general, no eran de escala sinóptica sino que abarcaban entre unos kilómetros, como las tormentas severas, a 100 o 200 kilómetros, como las líneas de turbonada o los sistemas de mesoescala asociados a las bajas aisladas.
Así llegamos a los años 80. La sucesión de dos catástrofes meteorológicas, la riada de Valencia el 20 de octubre de 1982, que produjo la rotura de la presa de Tous y más de 30 muertes, y las inundaciones por lluvias torrenciales en Vizcaya el 26 de agosto de 1983 que dejó 47 fallecidos, generó una reacción política para promover la prevención de estos eventos.
La existencia de satélites, el progreso de los modelos de predicción meteorológica y, en general, una tecnología que permitía dar un gran salto en ese sentido estaba desarrollada y tan solo con una importante inversión se podría crear un sistema de vigilancia y predicción adaptada a las necesidades y posibilidades del momento del entonces llamado Instituto Nacional de Meteorología. Cabe destacar la tecnología de radar meteorológica, las estaciones meteorológicas automáticas y el detector de descargas eléctricas. También nos incorporamos en esos años 80 numerosos profesionales que trabajamos en esa temática durante las siguientes décadas.
La predicción estaba focalizada en ese momento en los aeropuertos y la implementación de esa tecnología en los mismos era entonces costosa. Por eso se prefirió “centralizar” la misma en 11 centros de predicción (1986-1989) con responsabilidad regional. Algunas de ellas abarcaban una comunidad autónoma y otras 2 o tres. Su labor básica era la predicción general, aeronáútica y de fenómenos adversos en su demarcación, funcionando a tiempo completo 24/7, si era posible. Conformaban el Sistema Nacional de Predicción. Cada uno de los 11 centros fue generando gran experiencia sobre su área de actuación, con gran conocimiento de la geografía regional y de la características socioeconómicas sobre las que pudiera tener impacto la meteorología.
Eventos adversos desde la creación del sistema nacional de predicción:
4 de noviembre de 1987: Inundaciones en la provincia de Valencia por desbordamiento del Júcar. Varios muertos.
14 de noviembre de 1989: lluvias torrenciales desbordan el rio Guadalhorce con varios fallecidos.
9 de octubre 1994: Lluvias torrenciales en Cataluña que
duran hasta el día 11; hay 4 muertos y 5 desaparecidos.
9 de junio de 1995: lluvia torrencial en Andalucía con 4 muertos.
30 de setiembre de 1997 En Alicante caen 270 l/m2 en 6 horas
causando 5 muertos.
7 de agosto de 1996: camping de Biescas, 86 muertos.
15 de diciembre de 1996: fuerte temporal de agua y nieve en toda España que ocasiona 22 muertes. Andalucía, Castilla La Mancha y Valencia sobre todo
20 de diciembre de 1998: temporal En el Cantábrico hunde un barco con 8 fallecidos
30 de setiembre de 1997: En alicante caen 270 l/m2 en 6 horas, causando 5 muertos.
6 de noviembre 1997: Ciclogénesis explosiva, con precipitaciones superiores a 110 l/m2. En Badajoz/Montemolín se miden 40 l/m2/h con gran inundación que deja 23 muertos.
9 de junio de 2000: lluvia torrencial en el este de la Península con 5 muertos en Cataluña
20 de noviembre de 2001: tormenta anclada en la cumbre de La Palma, con 4 muertes
27 de setiembre de 2012: lluvias torrenciales en el sureste con una intensidad de 128 l/m2/h. 13 muertos
7 de setiembre de 2015 Varios fallecidos en la zona de La
Rábida (Granada) por las inundaciones producidas
9 de octubre de 2018: un tren convectivo provocó precipitaciones torrenciales en la localidad mallorquina de Sant Llorenç, con 13 personas fallecidas.
Como se ve, durante 40 años, y excepto en el evento del camping de Biescas generado por una tormenta aislada anclada a la montaña y que afectó un punto muy local, es decir algo muy imprevisible, el resto entran dentro de unos números razonablemente bajos asociados a la imposibilidad del riesgo cero mas que a otra circunstancia.
En 2008 el Instituto Nacional de Meteorología se convierte en una Agencia (Agencia Estatal de Meteorología). La supresión de la palabra Nacional ya denota la intención de ese momento político, de deconstruir la nación española. Se planea luego una reforma del Sistema Nacional de Predicción que se va ejecutando a partir del 2011. Se separan las funciones aeronáuticas y las de la predicción de fenómenos adversos.
La especialización en sí no es mala idea pero esconde una reducción de personal. Los 11 centros en los que se vigilaban regionalmente los fenómenos adversos se reducen a 4, infradotados además de personal por los que el sistema es muy vulnerable cuando se dan las circunstancias de tiempo muy adverso generalizado. Por la noche, la cobertura es aún mas precaria. Todo esto supuso un ahorro en salarios de aproximadamente 1 millón de euros al año. No parece que estas circunstancias hayan trascendido de alguna forma, pese a que hubo huelgas y acciones de protestas en su momento por parte de los profesionales. Esperemos que se retome a dar importancia a la inversión en la prevención de los fenómenos meteorológicos, por la cuenta que nos trae.
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