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domingo, 1 de septiembre de 2024

DISCREPANCIAS EN LA PREDICCIÓN DE LA NIÑA

 La dificultad en hacer predicciones a meses vista se comprueba en las diferencias entre distintos modelos 


Tras un anuncio muy temprano por parte de la NOAA, en el pasado invierno, de una rápida transición de El Niño a La Niña en pleno verano del Hemisferio Norte, parece que el fenómeno se demora. Esta circunstancia también se está produciendo con la temporada atlántica de huracanes, hechos coincidentes que pueden estar relacionados. En cualquier caso distintos organismos meteorológicos generan predicciones que de alguna forma chocan en sus conclusiones. 

https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_update/wkxzteq.shtml

Con los grafismos de la página de la NOAA es muy fácil en principio entender que el fenómeno ENSO (El Niño Southern Oscillation) tiene que ver con el juego acoplado de atmósfera y océano que induce anomalías cálidas o frías en la superficie  marina del Pacífico Central. Estas anomalías acaban perturbando los patrones de circulación atmosféricas de buena parte del Mundo. La transición actual es a fase fría de La Niña, aunque como se ve no acaba de emerger en la zona central la anomalía fría. 


En el mes de mayo, la predicción de NOAA era la de rápida transición a La Niña durante este verano (señalado como JAS) con casi un 70 por ciento de probabilidades, que no se han cumplido porque como se ve en la última actualización se han reducido al 17% :

https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/MJO/enso.shtml

En el compendio de modelos de IRI (International Research Institut) la predicción media de los modelos dinámicos alcanzan ligeramente el umbral de 0,5 grados durante breve tiempo, pero los modelos estadísticos se quedan en zona neutra.




En la comparación de modelos que hace el BoM (Bureau of Meteorology) australiano para noviembre se destaca el modelo de la NOAA prediciendo una transición más clara, mientras los demás se quedan en las cercanías de lo neutral. 

En cualquier caso, como ya he señalado en anteriores artículos, hay relación entre la probabilidad de ocurrencia del fenómeno ENSO y la actividad solar, siendo más probables los episodios cálidos/fríos  El Niño/La Niña en los máximos/mínimos solares, pero con un retraso de entre 1 y 2 años.


Dentro del ciclo solar 25, que comenzó en 2019, estamos aproximadamente en su máximo, que en términos probabilísticos no es terreno favorables para la formación de episodios cálidos:



En conclusión, no parece que las torpes habilidades y discrepancias de los modelos en las predicciones a meses vista sean un buen reclamo de fiabilidad de las predicciones climáticas que presumen de hacerlo con un rango muy superior.


1 comentario:

  1. Gracias por estas claras explicaciones, con una conclusión respecto a la fiabilidad modelística a largo plazo tan cuestionable, a pesar de su utilización por diferentes elementos como una verdad indudable, para sus interesadas predicciones.

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