viernes, 11 de febrero de 2022

LA ANTÁRTIDA SIGUE DEJANDO HELADOS A LOS PINGÜINOS

 Con temperaturas medias muy por debajo del punto de congelación y sin tendencias claras de temperatura los pingüinos antárticos parecen tener un futuro asegurado


Está claro que el continente antártico es uno de los lugares icónicos para el turismo ecoclimático, y la búsqueda de la justificación para acceder a la correspondiente subvención, que permita además el gratis total, estimula la imaginación, ya de por sí calenturienta, de los activistas climáticos. Entre las miles de disparatadas aseveraciones sobre las inminentemente catastróficas consecuencias del calentamiento global han estado últimamente la de los pingüinos antárticos en peligro.

Si tenemos en cuenta que la temperatura media en el interior del continente helado está por debajo de -50ºC, y la de las zonas costeras más cálidas en torno a los -10ºC, ni aún en los escenarios más negros llegarían a tener ningún problemas esas aves amantes del frío. Pero es que durante estos últimos 40, desde que hay observaciones sistemáticas, especialmente por satélite, no se ha apreciado tendencias importantes ni en la temperatura ni en la extensión de la banquisa.




Una primera ojeada a las temperaturas que recogen los satélites, mediante el registro de la emisión en el rango de las microondas de la atmosfera, de las capas bajas de la troposfera (las más cercanas al suelo) desde 1979 nos muestran una carencia absoluta de tendencias, e incluso este último año ha sido de los más fríos en el registro.




En cuanto a las escasos y discontinuos registros de las estaciones en tierra podemos consultar los datos recopilados por GISS de la NASA.
He apuntado en el mapa las estaciones que he consultado, en general las más largas. Muchas de las estaciones (puntos naranjas) de las que hay datos son breves y/o discontinuas por lo que el balance general de éstas no es muy claro.






La más famosa es la situada en el propio Polo Sur, Amundsen/Scott y, aunque con alguna pequeña disncontinuidad, tiene datos desde 1957. Este último año 2021 ha sido uno de los más fríos en el registro. Llama la atención la gran variabilidad de los últimos años con tendencia al aumento de la temperatura, comparándola con la tendencia descendente hasta 2011.


En la zona cercana a la Península Antártica (Marambio) parece retomarse la tendencia al alza después de un comienzo de siglo descendente. En Halley y butler se mantienen sin cambios significativos o en descenso. En el mar de Ross ocurre lo mismo que en la Península Antártica.


En cuanto a las costas de la Antártida Oriental, también se observa una falta de tendencias significativas, más evidente en la estación australiana de Mawson, mientras que en las demás parecen quedar atrás los años más cálidos de finales del siglo XX y principios del corriente.



En cualquier caso obsérvese que el rango de las temperaturas medias no creo que asuste a los simpáticos palmípedos por el momento.


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