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martes, 19 de junio de 2018

LAS NUBES INFLUYEN DECISIVAMENTE EN EL CLIMA


La nubosidad es la pariente pobre olvidada en el análisis del clima terrestre


Una de las mayores incertidumbres acerca del funcionamiento del Sistema Climático es la influencia de la mayor o menor nubosidad planetaria en el balance de energía. Las nubes por sus características, altitud y extensión pueden afectar al clima planetario. En este artículo veremos de qué modo las nubes bajas afectan a ese balance impidiendo que la radiación solar directa llegue a la superficie y caliente el planeta.

Como se ve en la figura (derecha) el efecto de las nubes bajas es hacer "rebotar" hacia el espacio la radiación solar. A mayor extensión superficial de las nubes bajas mayor será el efecto refrigerador de las mismas, sobre todo en las zonas tropicales y subtropicales donde mayor es la incidencia solar y donde mayor es la extensión terrestre expuesta a esa acción. En la izquierda el gráfico (IPCC) muestra el balance neto anual que producen las nubes bajas en el balance neto energético terrestre. El total mundial neto es negativo (enfriador) de -21,1 Watios/m2.






Precisamente las zonas de mayor efecto protector de las nubes bajas contra la radiación solar se da en las zonas marítimas del centro de los anticiclones subtropicales (señalados con una A amarilla). La razón es que en esa zona tanto la estabilidad estática como la influencia evaporadora de los vientos alisios favorecen la creación de una capa de estratos o estratocúmulos por debajo de la inversión de subsidencia. La mayor o menor extensión de nubes bajas está directamente relacionada con la mayor o menor estabilidad estática propia de las altas presiones. Es decir, la dinámica de los anticiclones puede hacer cambiar el propio balance energético del planeta por medio de la formación de estas nubes.

Un gráfico explicativo de todo esto también lo ofrece el IPCC con el gráfico estacional de la fracción (porcentaje de nubosidad) de nubes bajas en invierno (izquierda arriba) y en verano (derecha arriba). En el de abajo aparecen los movimientos verticales del aire: el rojo supone descenso y formación de anticiclones y azules ascensos relacionados con bajas presiones. He señalado con círculos negros las zonas de mayores descensos.






Durante los últimos días está coincidiendo que en varias zonas de formación de nubes bajas de las zonas intertropicales los anticiclones están mostrándose bastante fuertes, alcanzando los vientos alisios mayor velocidad de forma que por evaporación, remoción del agua y emersión de agua más fría de capas más profundas, se está produciendo una anomalía fría en la zona de Canarias, de California, Australia y Perú. 




Esta circunstancia se hace visible en las imágenes de los satélites TERRA y AQUA de la NASA, en la que los mares de nubes se vislumbran de forma espectacular:





Esta evolución, seguramente favorecida por el período La Niña de los últimos meses, y que pueden estar llegando a su fin, es la causante del enfriamiento del planeta tras el calentamiento producido por el último episodio cálido El Niño en 2016. Como se demuestra, la variabilidad climática tiene muchas vertientes y las distintas relaciones entre todos los elementos del sistema son muy complejas y sus conclusiones siempre discutibles. 


FUENTES

https://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar5/wg1/WG1AR5_Chapter07_FINAL.pdf
https://lance-modis.eosdis.nasa.gov/imagery/subsets/
http://www.ospo.noaa.gov/data/sst/anomaly/2018/anomnight.6.11.2018.gif


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