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jueves, 16 de octubre de 2025

¿ES HORA DE UNA SEQUÍA OTOÑAL?

 Un repunte otoñal de "La Niña" podría favorecer condiciones de pocas lluvias en las cuencas atlánticas


El período de otoño climatológico (setiembre, octubre y noviembre) ha comenzado con escasas precipitaciones sobre nuestro país, después de dos otoños (2023 y 2024) húmedos. En concreto, hasta la fecha del 10 de octubre, la mayor parte de las cuencas atlánticas han recibido  muy pocas precipitaciones, bien al contrario de las zonas mediterráneas como bien sabemos. Esa dualidad de precipitaciones desfasadas entre ambas zonas es un producto de los distintos regímenes sinópticos.



Tras la habitual y asegurada sequía veraniega, las lluvias otoñales son importantes para el propio estado de los campos y de la naturaleza en general. Como ya he comentado en otros artículos sí parece haber una correlación en cuanto a la precipitación en la Península con respecto a un fenómeno tan alejado de nosotros como es el famoso ENSO (El Niño Southern Oscillation). Estando en una situación de La Niña débil, parecen las predicciones indicar un repunte eventual a La Niña moderada (por debajo de -0,5ºC en la zona 3,4 de ENSO).



Esta circunstancia sería muy fugaz, pasándose rápidamente a un estado de ENSO neutral, que tendría menos incidencia en el tiempo en nuestro país:

https://iri.columbia.edu/our-expertise/climate/forecasts/enso/current/?enso_tab=enso-sst_table



Según los cálculos de correlaciones del fenómeno ENSO con la precipitación en distintas zonas del planeta, sí parecen existir en otoño (SON), aunque son débiles:

https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/ENSO/regressions/diag.prec.regr.SON.png



He recreado sobre un histograma de precipitaciones otoñales peninsulares de AEMET, los correspondientes estados ENSO de cada año. A simple vista parece que los años de El Niño, la fase cálida, reflejan unas precipitaciones más abundantes de lo normal, y sobre todo los de El Niño fuerte (F). La influencia de La Niña en la carencia de lluvias no es tan evidente, pero si se observan buenas correlaciones en los curiosos y fríos años setenta:



En conclusión, pasado ya la mitad del otoño climatológico, todo apunta a un balance hidrológico negativo al final de mismo. Esperemos que la naturaleza y la variabilidad natural climática nos sorprenda.



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