Este observatorio arrastra todos los defectos históricos típicos de los observatorios de serie larga de capitales provinciales
Aunque se presume de tener datos desde 1869, el comienzo de la serie continua según AEMET se sitúa en 1937, suficiente para una fuerte impronta del crecimiento urbano, con fuerte densidad de edificios como se observa por satélite. El día 27 de enero último batió su récord de temperatura máxima, con 26,9ºC. El anterior era muy reciente, del 2018, con 26,6ºC.
Pasando ya al observatorio de Valencia, se sitúa, alejado del mar, en una zona fuera del antiguo casco urbano, pero rodeado en cualquier caso por fuerte trama urbana que con toda seguridad no era tal en 1937. La afectación de las temperaturas extremas al alza es una consecuencia elemental de esa situación.
La localización del jardín meteorológico, aunque cercano a un parque, esta influenciado claramente por gran cantidad de superficies artificiales como edificios, carreteras y superficies asfaltadas en general, a unos 10 metros de los sensores de temperatura, incumpliendo los estándares admitidos por la Organización Meteorológica Mundial. Si a eso unimos los posibles abrigos, diferentes a las antiguas y robustas garitas Stevenson, y los sensores de mucha menor inercia, la difícil comparación entre medidas después de un siglo resulta en discrepancias equivalentes a "un cambio climático".
Muchas gracias por su trabajo y divulgación en estas cuestiones tan desconocidas para el gran público, estuve verificando decenas de estaciones de redes secundarias y de aficionados desde las 13:00 pocos minutos después de ver la publicación del presunto récord de 26,9°C. No encontré ninguna estación que pudiera sostener esa máxima del observatorio de Viveros. La temperatura máxima en la red de AVAMET fue de 26,2° pocos minutos después de las 13:00, así se mantuvo durante todo el día. En Valencia ciudad dejó de subir la temperatura sobre esa hora, en el sur de Valencia y Norte de Alicante seguía subiendo.
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