sábado, 13 de julio de 2024

¿SE ADELANTAN REALMENTE LOS VERANOS EN ESPAÑA?

 Tras un comienzo de siglo muy cálido y seco en junio, parece haber un cambio de tendencia 


El mes de junio se considera climatológicamente el primer mes del verano aunque, en realidad, es en su transcurso cuando hay una evolución de estados de tiempos mas propiamente primaverales a veraniegos. Por eso se especula con que esa evolución se está adelantando, con veranos más largos, prueba que sería la manifestación inequívoca del calentamiento global.

Yendo a los datos de AEMET, nos encontramos con el cambio de análisis de los datos, que supone pasar a valorar no solo las estaciones de referencia sino también el peso de la red de observatorios. Los problemas con la observación y su historial ya lo he comentado prolijamente. Solo recordar la contaminación de los datos por el efecto isla térmica urbana, cambios de ubicación (en muchos caso poco o nada documentados), cambios en los instrumentos y de garita, etc...

Los datos los he extraído de la publicación referenciada y de los resumenes climatológicos

https://www.aemet.es/es/conocermas/recursos_en_linea/publicaciones_y_estudios/publicaciones/detalles/NT31_AEMET

Tenemos la serie desde 1961. En realidad la podrían haber extendido hasta, como mínimo el año 1950, en el que ya las estaciones de referencia suelen tener datos sistemáticos. Los años 1930-1959 fueron  claramente más cálidos que los 1961-1990, pero este es un dato que se ha intentado ocultar sistemáticamente (recordemos los emails de "hide the decline"). La excusa de la referencia 1961-1990 es bastante pobre.

En la serie se percibe una bajada hasta los años setenta, leve ascenso hasta los 90, con la singularidad del efecto del volcán Pinatubo, los muy cálidos primeros 7 años del siglo XXI y tendencia a la baja posterior, con el posible efecto reciente del volcán Hunga Tonga, con su eyección de vapor de agua a la estratosfera. La tendencia general desde 1961 es de 0,36 grados por década, ascenso producido en el actual siglo, y que no es homogéneo.



Si tomamos la referencia desde el año 2000, con el peso de los primeros 7 años de este siglo, la tendencia se convierte en negativa, con -0,3 grados por década.


Los desajustes y problemas de la observación se pueden estudiar comparando las dos series, la vieja y la nueva, que aunque evidentemente correlacionan en su evolución, manifiestan la evidencia de la duda sobre su validez y precisión. Se observa a simple vista que la diferencia entre las dos series aumenta con el tiempo:


Con la diferencia vemos que sigue varias fases que coinciden con cambios, incorporados antes en las estaciones de referencia, en la instrumentación de observación, como es el uso de sensores de resistencia de las estaciones automáticas (años 80-90) y el uso de garitas pequeñas "lowcost" en el siglo XXI. El efecto isla térmica urbana más importante debería ser en los años 60-70, aunque cada caso es muy particular. También las estaciones en lugares no urbanos pueden sufrir contaminación térmica si no se tiene en cuenta el entorno. Pero lo más grave es que hay un significativo cambio de tendencia: de la exagerada 0,53 grados por década a 0,39.


En cualquier caso, lo más positivo es que la tendencia de la precipitación media en España en el mes de junio es positiva en estos últimos 30 años. Esto nos informa de que los patrones de circulación más propiamente de fines de primavera no están sufriendo cambios a estados de estabilidad típica del estío peninsular. 


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