domingo, 4 de junio de 2017

A PROPÓSITO DE CHINA Y SU "LUCHA" CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

China sólo pretende privilegios comerciales y mantener los datos reales del funcionamiento de su economía bien ocultos


      China es una enorme caja negra, como todos lo países comunistas en los que tradicionalmente la información y los datos reales son celosamente guardados bajo siete llaves. Ahora resulta que es nuestro "aliado" contra el cambio climático antropogénico, por cierto otra caja negra con datos y predicciones más que dudosas. Pero a la vista de los satélites es imposible hurtar ciertos hechos chocantes.

      Hace 6 meses, en diciembre de 2016 se emitieron alertas de contaminación en más de 40 ciudades chinas, llegando al nivel rojo en más de 20 incluida Pekín. Se recomendó a la población que permaneciera en casa. Algunos de los contaminantes sobrepasaron en 100 veces los valores recomendados. El origen de casi toda esa contaminación proviene del uso de combustibles fósiles que producen las partículas PM2.5 potencialmente dañinas para  los pulmones. En el consumo de los combustibles fósiles se producen toda una gama de contaminantes dañinos para la salud y uno de los componentes naturales de la atmósfera el CO2 al que se acusa del calentamiento globlal.

     El espectroradiómetro (MODIS) a bordo del satélite Aqua de la NASA nos muestra en la primera imagen de abajo la magnitud de la contaminación. Humo gris oscuro cubre partes del país, y las partes más brillantes o blancas son probablemente nubes o nieblas.

     La segunda imagen muestra el grado de concentración del polvo medido por satélite, con los rojos más intensos indicando las áreas más afectadas. Se basa en la medición del espesor óptico. Ha habido otros episodios similares pero éste ha sorprendido por su extensión. La visibilidad en tierra puede reducirse hasta los 200 metros, lo que da idea de la magnitud del problema.







    Resulta que histéricamente, y tal vez por su no oculta admiración por las tiranías comunistas y neocomunistas, todos los medios progres europeos e internacionales comenzaron a ver en China el nuevo hermano mayor para la consecución de sus objetivos mundialistas. En realidad los chinos (pueblo y gobernantes) son extremadamente nacionalistas y muy celosos de sus intereses.  Vieron su ocasión en la reunión que ha tenido lugar en medio de la polémica para explotar sus intereses comerciales, que son su auténtica preocupación. 

     Pues bien el viernes día 2, al no arrancar los privilegios comerciales que pretendía a los estúpidos europeos, no han querido firmar una declaración conjunta en la que se incluía un apartado sobre el Acuerdo de París. El mensaje sobre la lucha contra el cambio climático formaba parte de la declaración final de la cumbre. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo en torno a un párrafo sobre el estatus de China como economía de mercado y la declaración no fue adoptada. El encuentro terminó entonces sin un documento final.

    La clave es que la UE no reconoce a China como una economía de mercado de pleno derecho con lo que no podría aplicar tarifas anti-dumping.  En realidad China es un estado totalitario comunista con una economía absolutamente dirigida y con absoluta falta de transparencia (no solo por la contaminación) que no respeta el libre comercio ni la propiedad intelectual: un auténtico agujero negro que los bobalicones europeos en su calentón climático antiTrump han querido convertir en su aliado. Ha durado horas la intención. El Tratado de Paris de forma abrupta ha muerto.


2 comentarios:

  1. Te doy toda la razón, China juega muy sucio, se ha tirado abajo industrias locales en todo el mundo y ahora aprovecha la irracionalidad de algunos líderes para lavarse la cara. Ya cuenta con licencia para contaminar a su gusto.

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  2. Grande, Grande. Nunca he leído algo tan cierto con tan pocas palabras y tan claro.

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